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En tiempos de crisis, Cristóbal Esparza le da una mirada optimista a nuestros actuales tiempos, donde prima la templanza, las oportunidades y por supuesto el amor.
Por Javier Hernández m.
Cristóbal lleva varios años de trabajo en empresas y por cosas de la vida llego al veganismo y al budismo junto a su esposa Valentina Gálvez, quienes crearon Veggies Eco food.
Las palabras de Esparza fluyen de una manera orgánica, no necesita quedar bien con nadie, su equilibrio se percibe a distancia. Es raro percibir tanto conocimiento, tantas ideas y con un solo concepto detrás, el amor.
El concepto de Veggies tiene más profundidad de lo aparente según sus propias palabras, una idea de compartir, de ser transparentes y además estar en un equilibrio entre la visión y misión, donde el factor humano esta por sobre todas las cosas, dejando atrás viejos estándares de marketing y solo vender por vender.
El trabajo de los Esparza Gálvez es ejemplar, sus ganas y visión tienen un efecto de semilla en quienes tienen la suerte de encontrarse con ellos.
¿Pero detrás de este perfil, como será un Papá Veggie?
¿Cuál crees es la importancia de la paternidad en la vida?
Cristóbal: La paternidad es honrar mi ser masculino, mi padre y mis ancestros e integrarlos en mi vida aprendiendo a expresar su sabiduría en mi descendencia.
¿Cómo ves el amor en este proceso?
Cristóbal: El amor lo observo con un sentimiento de unidad y divinidad, todos somos uno. En nuestro interior viven nuestros padres e hijos formando a cada momento nuestro camino. El amor es mi fundamento.
¿Y como es ser un papá veggies?
Cristóbal: Compartir un estilo de vida basados en el amor y compasión, honrado a todos los seres por igual es mi propósito como padre, hijo y parte de un todo.
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